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viernes, 26 de julio de 2013

ARDE

Quisiera salir de hoguera,
para quemar no-vírgenes de yeso,
para arder bancos de madera.

Quisiera salir de hoguera
para hacer una fogata biblíca
y que los que pasan frìo
ya no lo tuvieran...

Quisiera salir de hoguera
Y no me vengan con que es de dios
pasar penurias, pasar violencias.
Pasar hambre para ganarse el cielo.

Quisiera salir de hoguera
y colgarme de tu cruz de madera
de tu ironía de "hacerme mujer"
a costilla tuya y de tus mentiras.

¡Quisiera salir de hoguera
y que ardan las iglesias!
Asi como a nosotras
nos arden los ovarios,
y nos prohiben los gozos.
pero la seguimos y la peleamos...
 
 

EL HORROR NUESTRO DE CADA DIA: LOS FEMICIDIOS.

INDIGNADA, IMPOTENTE, TRISTE: UNA MENOS, UNA MAS...

INDIGNADA: Canal de cable católico: a medida que avanza el programa, el "epigraf" muestra en letras de molde "CANTIDAD DE ABORTOS PRODUCIDOS MIENTRAS TRANSCURRE ESTE PROGRAMA".
Y el cosito corre, que te corre numeritos... que mil ciento ochenta, mil doscientos cuarenta y cuatro... Y asi sucesivamente hasta que el asco me invade la cabeza...

IMPOTENTE: No vi ningun programa de Tv, catòlico, no católico, con el mismo dispositivo, pero con otras temàticas: Femicidios, Infanticidios por minuto, trabajo esclavo, gente en situación de pobreza, chicxs adictos al paco y otras yerbas.

LA IGLESIA CATOLICA CADA VEZ PEOR... ! ¿O no era que la pobreza, la infancia y la violencia también pertenecían al orden de las incumbencias de la idem?

TRISTE: Quisiera salir de hoguera,
para quemar no-vírgenes de yeso,
para arder bancos de madera.

Quisiera salir de hoguera
para hacer una fogata biblíca
y que los que pasan frìo
ya no lo tuvieran...

Quisiera salir de hoguera
Y no me vengan con que es de dios
pasar penurias, pasar violencias.
Pasar hambre para ganarse el cielo.

¡Quisiera salir de hoguera
y que ardan las iglesias!
 
 

RAROS TRASTORNOS ALIMENTARIOS NUEVOS

Naturalexia, se denomina este nuevo flagelo que hace estragos a la carta y no hay delivery que resista semejantes pedidos absurdos.
Seguidores de éste nuevo fenómeno dan cuenta de un gran despliegue del no- saber culinario.

Ni que hablar del lavado de hortalizas varias, tipo lechuga arrepollada en remojo con PANTENE RULOS DEFINIDOS. Varios naturaléxicos lo han practicado más de una vez. Después de intoxicarse con ensaladas mal enjuagadas con el champú en cuestión no volvieron a intentarlo. Igual van por más: se animan a sembrar saquitos de té con limón, por si la planta obrara el milagro de crecer y multiplicarse hasta convertirse en la competencia más inverosímil del Tigre del Asiático. Tiemblan los importadores de las hojas milenarias de la infusión. The five o`clock tea in the royal castle…

La NATURALEXIA es un trastorno que se está multiplicando en tablas de cortar cebolla de verdeo en juliana y aumenta la fobia a las recetas impresas dentro de los potes de queso crema (no se ve un pomo!).
Ergo, la CULTURA transformó a la NATURALEZA en una duda biblíca: por algo Eva se cayó (ó la empujaron) del paraíso: gravitando con la manzana en la boca…
En el edén, según parece, el saber ocupa lugar.

Y surgieron dudas varias en una jornada organizada por "ME IMPORTA TODO UN PEPINO" (MITUP), grupo de autoayuda dedicado a "curar" a padecientes de este tipo de desordenes culinarios, para ordenarlos lo mejor posible y que dicho trastorno no se convierta en una pan-demia.

En un intento de exámen, propuesto por los coordinadores del MITUP, surgieron dudas de todos los sabores posibles y llorables, como que la cebolla es una fruta, que tiene gajos llamados capas…
Y:
-EL MONDONGO ES UN PEZ-
-EL BROCCOLI ES UN ARBOLITO EN BONSAI-
-EL ARROZ… ¿ES DE LA NATURALEZA?-
-LAS NUECES PELADAS SE COSECHAN EN INVIERNO-
- Si la vaca nos da la leche...EL PAN DE MANTECA…¿es del ganado vacuno?
¿Viene en mignoncitos ó fugazas? ¿Cómo cornos se compra? ¿Por qué hay que derretirla antes (a la manteca), si se derrite sola adentro de la torta?-
-LOS DURAZNOS EN LATA SE CAEN VERDES DE LA PLANTA PORQUE PESAN-
-EL PAN SALE DEL TRIGO, COMO LOS CHOCLOS SALEN DE LA PLANTA DE CHOCLOS-


Y LA VERDAD DE LA MILANESA ES QUE DESAPROBARON TODOS.

LA INSEGURIDAD CULINARIA HACE EL CAMINO MAS DIFICIL HACIA LA CURA DE ESTE TRASTORNO DEL TERCER MILENIO…
DANGER!

(Gracias a las primillizas C.M.Q. corresponsales en la repùblica de LA FRANJA por éste articulo tan interesante)
 

PORTACION DE EMOCION VIOLENTA


Para mi, el invierno y el frío son dos de los inventos mas macabros en la historia de la humanidad.
Por eso, ODIO con toda mi alma congelada al 21 de marzo, aunque es otoño.
Odio al 21 de marzo, porque marca el comienzo del otoño y después viene el invierno.

En realidad, odio el 21 de junio.
Al que odio es al invierno, porque me hace invisible debajo de tanta ropa.
Porque el frio me produce escalofrios y ganas de llorar.
Odio el invierno porque no puedo tener charlas placenteras, porque el frio me achicharra la cabeza y no puedo escucharme.
Detesto el otoño-invierno porque me des-erotiza, me des-corporiza...

Odio el invierno porque me da frio sacarme la ropa para ducharme ó para…
Y si tengo que bañarme ó… debo luchar contra: gorrita de pibe chorro de Telenueve, piyama de acetato, guantes, polerita de lana, camiseta de modal, corpiño con push up, culotte doble frisa, medibachas, dos pares de medias.

Odio el invierno porque el muchacho que comparte mi cama, muchas veces se duerme cuando lleguè a la polerita de lana…
Odio el invierno porque vivo con bronca. Me levanto con bronca. Cocino con bronca. Como con bronca. Camino con bronca. Me río con bronca. Lloro con bronca. Duermo con bronca.

Detesto el invierno, y cuento los días en el almanaque para que llegue más pronto la primavera.
Detesto la sensación térmica dándome cachetazos desde el epigraf del noticiero.

Odio el invierno: si lo tuviera de frente, si tuviera corporiedad, se lo gritarìa en su cara retorcida y malintencionada.
Odio la maldad del invierno, jodiéndole la vida a los que se tapan solo con diarios y cartones y a los que viven en ranchos de lata y plástico.

Me da bronca el invierno, que acuchilla con su filo las piernas arruinadas de las travestis y las prostitutas de la madrugada.
Que se ria en la cara helada de los viejos esperando que abra el banco para cobrar sus dos billetes.

Me da bronca el invierno, porque saca de su sueño calentito a los chicos del turno mañana, a los obreros y a las enfermeras que entran a las seis.
Odio las metaformofisis del frìo: el granizo, la neblina, el aguanieve y el viento helado. La escarcha matinal. La parada del colectivo repleta de narices exhalando vapor. Las toses en concierto. Y los zapatos hùmedos tiritando en coreografía. Y el colectivo repleto con olor a naftalina y tostadas con manteca tibias.
Para mi, el invierno y el frío son dos de los inventos mas macabros en la historia de la humanidad.
APARICION CON VIDA DE LA PRIMAVERA, YA!
 
 

Rosario siempre estuvo cerca.

Yo no sé por donde andará este hombre de Rosario...
Si escribiendo paraísos ó dibujando luciferes...
Solo sé que está en nuestros estantes hace mas tiempo que el debido tiempo de su partida, para convertirse en un amigo de la casa...


19/7/2007 - 19/7/2013
NEGRO FONTANARROSA: ¡SALÚ!
 
 
 

viernes, 19 de julio de 2013

MI MONSTRUO SALIO DEL CLOSET


Las noches de imsomnios tienen ese que se yo, de jazz disfónico. De oso de peluche desnutrido. A veces, esas noches, son tristes porque sueño despierta con jaulas en blanco y negro.

Otras tantas, son concurridas. Anoche me visitó mi monstruo de los viernes y nos quedamos despiertos hasta la madrugada. Charlamos de vidas futuras y ataques de pánico marmolados. Los que tuve en mi otra vida, la del pasado pluscuamimperfecto.

De tanto en tanto el monstruo hace una broma de buen gusto y me asusta. Me recuerda. Me sugiere. Me altera los sentidos gustativos.
Me confesó que una noche de tormenta se los engulló enteros. A mis ataques y a otros monstruitos maquiávelicos que intentaban coaccionarme.
Mi monstruo preferido es él. Aunque nos peleemos de a ratos y a retazos. Yo no sé su nombre ni él, el mio: no importa: solo sé que lo quiero y me sirve para hacer las pases con mis desvelos licuados de clonazepan 0,005…




 

EN EL NOMBRE DE LA CRUZ CONSUMISTA


Anorexia de sensaciones
De no deseos. De deseos de los otros.
Encierro del cuerpo:
para lo trágico. Lo anestésico.
Combo 1:-Cajita feliz + bulimias y mentiras verdaderas.
Combo 2: Payaso perverso + rituales de infancias vacías…
 

EL SIGLO DE LOS CUERNOS


"Podemos ser INFIELES el uno al otro, Frida. pero lo que NUNCA dejaremos de sernos es LEALES...". (Diego Rivera, làpiz en mano...)

En el Diccionario de Autoridades de 1729: “Cornudo: Metaphoricamente se le da este nombre al marido a quien su muger ofende, bien que lo ignore, o lo consienta. Lat. Curuca. [...]”.
En este mismo Diccionario encontramos encornudar o cuernar ‘consentir el marido que su mujer sea mala, y le ponga los cuernos.

En el Diccionario infernal, de Jacques Albin Simon Collin de Plancy, encontramos una explicación desde el punto de vista cristiano: “Preciso es que el adulterio sea un muy grave pecado para que la mujer que se halle en este caso haga llevar a su marido las armas de los demonios. Poner los cuernos viene de nuestra madre Eva, la cual habiendo obtenido de Satanás, el par de cuernos que llevaba en la cabeza, los regaló a su marido.”

Pero, ¿Cuál es el significado original de poner los cuernos y por qué se refiere a la infidelidad?
Al principio, por machismo y por cuestiones de honor, sólo se aplicaba a la infidelidad de la mujer, y era el marido cornudo quien recibía la burla y el insulto; pero actualmente se refiere tanto a la infiedelidad de la mujer como a la del hombre.

Los cuernos son símbolo de infidelidad en cualquier relación sentimental, en los más usados late cierto puritanismo al considerar que sólo se dan dentro del matrimonio: poner los cuernos significa ‘ser infiel al marido o a la mujer’ en Diccionario de Uso de María Moliner y cuernos para el DRAE es ‘infidelidad matrimonial’. En este último diccionario también hay vestigios de que la ofensa es mayor si la sufre el varón y limita la definición de cornudo,a al ‘marido cuya mujer le ha faltado a la fidelidad conyugal’, que conserva el sentido ya recogido

Existen múltiples versiones sobre el origen de la expresión poner los cuernos. Seguramente esté en la interpretación burlesca de episodios mitológicos unida a la idea cristiana de asociar el pecado a la imagen del demonio y representar a éste mediante figuras con cuernos.

En su Tesoro de la lengua castellana o española, Sebastián de Covarrubias afirma que “[Poner los cuernos] tomó ocasión de lo que se cuenta de Mercurio, que en figura de cabrón tuvo ayuntamiento con Penélope, mujer de Ulises; del cual nació el dios Pan con cuernos”.

Otra versión mitológica relaciona su origen con el hecho de que la esposa del rey Minos, Pasifae tuviera relaciones sexuales con el hermoso Toro de Creta y engendrara el Minotauro. Esto habría dado origen a que la señal de los cuernos quedara como símbolo de traición matrimonial.

La versión que fusiona los orígenes mitológicos y cristianos es que el dios Pan, caracterizado por su lujuria y representado con cuernos, fue asociado por el Cristianismo con el demonio.


Pero no hay que olvidar otras explicaciones. Los cuernos, como símbolo fálico que son, pueden representan virilidad, poder político e incluso sabiduría. También están prestigiados, por su belleza o supuesta potencia sexual, algunos animales que los poseen (ciervos, venados, toros). Pero los símbolos aplicados a quien no le corresponde, lo ridiculizan por carecer de lo originalmente simbolizado. En este caso, los cuernos ridiculizan al marido que no tiene poder de mando ni potencia sexual para mantener la fidelidad de su esposa. A esto se suma que los adornos ridículos en la cabeza sirven a menudo como castigo: por ejemplo, las orejas de burro en las antiguas escuelas.

Algunos viajeros franceses y portugueses constataron que en la España de los siglos XVI y XVII eran numerosos los maridos consentidores, a pesar de que suponía un grave delito y eran sometidos a la vergüenza pública: al marido se le montaba en un asno y era paseado por las calles, desnudo y adornada la cabeza con dos cuernos y sonajas; detrás iba la mujer, montada en otro asno y obligada a ir azotando a su marido; tras ellos, el verdugo iba azotando a la mujer. Para evitar que al marido se le recriminase de consentido podía solicitar que la autoridad le girara un documento llamado carta de perdón de cuernos.

La literatura de esos siglos refleja que el tema de los maridos consentidores o engañados se había convertido en una obsesión. Quevedo es el máximo exponente de ello, con su obra titulada El siglo del cuerno. La riqueza léxica en este asunto parece inagotable: además de las referencias a objetos hechos con cuerno (tinteros, coronas de hueso, mangos de cuchillos, calzadores, linternas...) tenemos: ganchos mudos, paréntesis de hueso, orejas blancas, maniles retorcidos, bonete de los bosques, bigotes de Jarama, luna de Jarama, lira de Medellín... sin olvidar las expresiones de rastrillar con las sienes o arar con maridos.
 

domingo, 7 de julio de 2013

DEJA VU USTED Y YO YA NOS HEMOS OLVIDADO ANTES… ¿no se acuerda?


Hace ya varios siglos que la tengo olvidada de algún lado. Creo que le vi un corona color marfil en el cabello, cayéndole por el escote de la espalda.
Sino me olvido mal, usted era casada. Eso lo recuerdo perfectamente. Llevaba el vestido blanco en la cartera y la noche de bodas en la cintura…
¿Recuerda? Me dijo que por unas horas podía olvidarse que era la esposa de su marido.
Colgamos la corona de la punta de una estrella fugaz y sus làgrimas volvieron a retumbar el Ave Marìa.
Usted y yo, ya nos hemos olvidado antes. El día que la conocí, me había muerto a la madrugada. Por eso coincidimos en la iglesia…Para usted, orquídeas de seda en los bancos; para mi, calas de terciopelo rojo…
Pero regresé al mundo de los vivos. Para recordarle que usted me resucitò con su sonrisa triste de recién casada. Para olvidarme de su sàbanas de raso compartidas.
Y quedé ciego por el destello de su anillo de oro. Pero usted, parpadeó mis ojos, en su mirada y pude verla etèrea. Pude verla bella. Pude verla santa. .
Y nunca, pero nunca mas, juramos que íbamos a recordarnos…
Porque no era necesario. No era imprescindible. Los dias pares del resto de nuestras vidas, estaban sellados por un pacto tatuado en nuestras lenguas entrelazadas…
 

INSTRUCCIONES para MORIRSE de una CORAZONADA...

La boca del corazón quiere hablar, pero está angustiada. No le salen las palabras. Tiene el corazón en la boca porque el miedo a la vergüenza la invade.

El Club de los Corazones Rotos está alerta a sus palabras, aunque hasta ahora el corazón poco pudo decir acerca de lo que le pasa.
Habría que avisarle a sus dueños que una corazonada, un latido fuera de lugar, un chisporroteo de taquicardia pueden ser síntomas de que la pasión caliente, aquella que fusiona cuerpos enredados en jadeos puede ser peligrosa. Puede ser mortal.

Los corazones modernos ya no pueden disfrutar de los placeres de la vida diaria como antaño. Tienen que estar alerta al paradigma de la inseguridad. De la inseguridad laboral, la inseguridad social y de la inseguridad de que, amar, ya no asegura salud, ni amor eterno... Que las inseguridades cotidianas lo han debilitado tanto, que lo van a infartar.

Días pasados, encontraron un corazón roto en un albergue transitorio. El corazón de la mucama que lo descubrió, lloró aterrado. No era la primera vez que se encontraba con semejante escena. Ni el corazón. Ni la mucama.
Sobre las sábanas enredadas el pobre músculo tenía el semblante triste; muchos hubieran pensando que murió de placer: dos pastillitas azules y un vaso de whisky completaban la fría escena del frío lugar.
Su autopsia reveló que un altísimo grado de ansiedad y de miedo a amar lo habían destrozado.

Pero como siempre pasa en éstos casos, se retacea información. Se dice que los cardiólogos no quieren alarmar a la población y ocultan datos, que es lo mismo que ocultar corazones. Corazones rotos; corazones desgastados; corazones partidos al medio, corazoncitos marcados a filo en los troncos de los árboles. Corazones tatuados en pieles enamoradas, por si falla el que ocultan bajo sus ropajes…
Hay pocas chances de infarto, dicen los médicos. No saben nada. No escuchan a sus propios corazones desgastados y apabullados de tanta consulta.

Días pasados encontraron un corazón con arritmia en un consultorio. Lo llevaron de urgencia a terapia intensiva. El dueño, un señor alto, prestigioso, con su guardapolvo blanco desabrochado, balbuceaba palabras extrañas…
"medice, cura te ipsum" (médico, cúrate a ti mismo)…
1

BOLIVIANO MIGRANTE


(Esto lo escribi para el taller literario del profe Sebastian Zaiper Barrasa en 2010! ¿que loco, no?. Digo por lo del hermano Evo...)


Josè habìa sido mercader de frutos, como le gustaba llamarse en su Oruro natal. Tenìa un puesto de verduras gigantesco en el mercado en donde le arrebataban el sanky, el amaranto y las uvas mas ricas de todo el pueblo. Hasta que llegò la inundación. Y tuvo que irse con lo puesto.
Lambeth, era el barrio mas pobre de la ciudad màs rica de Europa: Londres.

Ahì cayò èl, en vuelo directo desde el altiplano, sin mas papeles que la direcciòn de un cuarto en los fondos de un tugurio, anotada a los apurones antes de subir al aviòn.
El idioma aymarà y el inglès no tenìan muchos puntos en comùn. Y Josè Quispe, el boliviano, el verdulero de los dientes de oro, llorò y llorò durante nueve dìas y sus correspondientes noches.

En la pocilga estaba hacinado junto a cinco paisanos màs. Dos holandeses consumidores de crack, que hacìan artesanìas con zapatos viejos y un argentino, que les cebaba mates con "Lady Di", una pava vetusta que emitìa un graznido horripilante cada vez que el agua estaba por hervir.
-La tristeza me està matando-, se dijo en voz alta la primera tarde que quedò solo y borracho en el cuartucho. Y como pudo, llegò hasta la ventana intentando tomar aire fresco, balbuceando en aymará…
Pero Lambeth era lo màs parecido a un sauna finlandés en plena ebullición, como Lady Di, que graznò sobre la hornalla por mas de veinte minutos.

Josè Quispe intentó preparar unos buenos mates, como le habìa enseñado el argentino. Eso si: dulces, como el sanky boliviano. Lo màs parecido a edulcorante que encontrò fue un polvo blanco en la mesa de luz de uno de los holandeses. Ricos los mates de José…
Sintiò un mareo descomunal y, de tantas vueltas que daba su cabeza, parecìa transportarse de nuevo a Bolivia. El cuerpo se le empezò a aflojar. Intentaba chasquear los dedos de las manos, pero no los sentìa: se les desmoronaban frente a sus ojos como arena seca. Intentò un grito desgarrador: su garganta solo atinò a un cuack, cuack, dèbil, como de pato disfònico.

El ambiente tenìa un olor entre agrio y dulzòn, como fresias recièn cortadas mezcladas con la humedad y el whisky. El verdulero largaba carcajadas cuando escuchaba a Lady Di silbar tan graciosamente. Y lloraba cuando recordaba el altiplano.

Un viejo zapato de tap, transformado en làmpara moderna le ayudò a ver para escribirle a su madre, que quedò del otro lado del mar: -Ruèguele a la Virgen de Copacabana, que no me haga morir lejos de mi tierra…-
 

ME ARDE UNA INQUISICION:

Yo quemaba biblias. Es cierto.
Para apaciguar el frio de los pobres.
porque si los pobres pasan frio...
¿para que sirven las biblias, sino para calentar sus cuerpos
desangelados?

Yo quemaba las iglesias. Es cierto.
Cuando tenían por costumbre confesar
a los fusiladores de mi pueblo,
ó bendecir los aviones
que bombardeaban su plaza...

Yo quemaba las iglesias. Es cierto
Cuando tenían por mala costumbre bautizar 
 hijas e hijos de las desaparecidas de mi pueblo...