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jueves, 18 de abril de 2013

POEMA DE UN PELUCHE DESVELADO


Porque el fin del mundo no llegó,
pero mandó cómplices e infiltrados.

Por los que nos hacen infelices: Un saludo cordial no se le niega a nadie.
Porque las miserias lamentablemente siguen su curso.
El aguacero rompe ilusiones: siembra lágrimas
para cosechar futuros…

Por cada persona buena: tres malos de carne y hueso.
Por cada sonrisa: dos lágrimas de terciopelo
Porque la vida es bella. Porque la vida, a veces es cruel y podría dejar de serlo…

Por cada árbol caído: un pueblo de desterrados.
Por cada niño deseado: una paloma de la paz revoloteando bajito.
Por cada niño no deseado: otra paloma de la paz revoloteando bajito.

Por cada mujer golpeada: La justicia todavía agazapada.
Por cada mujer golpeada: un perímetro de restricción a su tristeza infinita.
Una orden de exclusión para sus fantasmas perversos…

miércoles, 17 de abril de 2013

INFORME SOBRE UNA MALA PRAXIS



Fue mala praxis.
Hubo un error de ortografía  fatal. Y las letras murieron sin decir nada.
La autopsia revelò que,  las cartas de amor no existen.  Están solo en la mente de los que creen en el amor a primera vista.  O porque no, el amor de segunda mano.
Fue mala praxis.
El sello de correo decìa 14 de febrero de 2023. El tajo del bisturí  partió en dos el corazón  dibujado sobre las palabras sin dueño. ..
La causa se cerró por falta de pruebas contundentes. Sin culpables, sentó jurisprudencia el revoloteo de mariposas atascadas en el vientre… 


domingo, 14 de abril de 2013

SANTO PECADO, biografía de un desamor fantasma.


"...Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Silvio, de mi amor errado, cuán grave es la malicia del pecado, cuán violenta la fuerza de un deseo..."
(Sor Juana De La Cruz)


El no se animaba. Ella tenìa ganas. Apoyò su cabeza sobre el hombro y se enganchaba el cabello de él, entre sus dedos temblorosos. Le susurraba que no lo querìa. Que no lo amaba. Pero que lo deseaba. El también la deseaba, la soñaba, y le contaba que la buscaba entre la gente, entre las caras frìas enrolladas de bufanda. Pero los fantasmas grises revoloteaban sobre los dos. Hasta que ella le pidiò que cierre los ojos. Le robó el anillo de oro por un rato. Le estampó un beso de miel y culpa en la boca y se atragantó con su lengua y su licor de saliva dulce. El, a nada dijo que no.
Y tanto jadearon calor y escalofríos, que empañaron el ventanal donde se escarchaba el café con leche de la viejita ciega que merendaba con su nietita.
El chico de la parejita de la mesa cuatro, dibujó un corazón partido sobre el vidrio marmolado.
Y la chica de anteojos que conversaba en alemàn con sus amigos dijo: ¡Mein Gott!
Ella y él salieron corriendo al kiosco de lado. Ella pidiò una hoja. El le repitiò que no me quieras. No te preocupes, no te quiero.
La chica pegó allí el beso, los jadeos y los notequieroperotedeseo. Tres copias de cada una. Mejor siete, una para cada día de la semana. Hasta verse la próxima vez dentro de varios meses. Para repetirse que no pueden amarse hasta la estratósfera. Para besarse sin comprometerse hasta el obelisco. Hasta que se congele de nuevo el café con leche con dos sobrecitos de culpa descafeinada…

sábado, 13 de abril de 2013

EL AGUA LLORA, LA TIERRA GRITA...

Los males viajan. Y viajan mucho. Recorren el mundo y propagan más males, mientras muchos turros se reparten bienes. Se multiplica la gripe A, el HIV, la quinta enfermedad, el broncoespasmo y la bronqueolitis. Y, desde suecos hasta argentinos las padecemos. Y la industria farmacéutica, agradecida. Y las fábricas de lavandina, también.

Las casas y las cosas son la misma cosa. Y las cosas se confunden. Se inundan. Se funden. Se aplastan. Se aglutinan. Se pudren. Se desmoronan. Se transforman en otras cosas.
La aldea global está por reventar como un globo. Revienta el globo terráqueo como si fuera de cristal y sus astillas punzantes se clavan en los corazones, ya bastante maltrechos de que no se haga JUSTICIA.

Y así pasa el tiempo. Hace veinte años, al levantarnos escuchábamos la temperatura por la radio, para saber si llevar ò no el saquito.
Hace diez años la sensación tèrmica, irrumpìa en nuestras vidas para llevar el saquito, por las dudas.
Ahora, el alerta meteorológico está a la orden del dìa y de la noche, metiendo leña al fuego.
Metiendo más lluvia adentro de las casas. Más desolación, afuera.

Hay que llevar paraguas, por si sale el sol. Matamoscas por si los mosquitos.
Escalera para trepar al techo del vecino por si acaso. Bote de goma para cruzar de vereda por si el agua. La muñequita de trapo para consolar tanta vida partida en dos...

El agua llora, la tierra grita, la solidaridad aguanta y avanza, sacando con tenazas, con tenacidad, los palos que le meten en la rueda...