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sábado, 22 de febrero de 2014

HAY UN PIQUETE DE PELUCHES EN LA CAMA


(Microrrelato en estado remixado)

Durante mucho tiempo me usaron vilmente. ¿Quién dijo que los osos de peluche somos solo una bola de pelo sintético para refregarse los mocos ò jugar a la guerra ositos-contra -Barbies? La ùltima vez, se me desprendìo el ojito derecho y todavìa sigue descocido. Soy un oso tuerto en lucha. Basta de cargar làgrimas ajenas, que se me apelmaza entre mis peestañas, ¡y-me-des-ti-ño!

Lautaro era un lloròn de aquellos, pobre pibe. Cambiaba de novia cada ocho horas, porque decìa que era buen remedio y cada vez que se peleaba con alguna, lloraba y dale que lloraba. Fue mi dueño, antes de regalarme a Ceci, la que me llenò de mocos…
Anduve de casa en casa. En armarios, en sillones. En placares y gallineros. Fui mascota del gato de Mica. Ahí me quedè sin corbata, pero conocì a mi amigo el sapo Pepe …

Sofi me decia, como si le hablara al chico que le gustaba: -“Te extraño mucho mi puchi-puchi-cuchi-cuchi”- y lloraba a làgrima tendida y se refregaba en mis cachetes blandos ¿Qué culpa tengo yo? ¿Qué culpa tengo yo de que extrañara a su amigovio? ¿para que se enamoran, si van a sufrir?

Mica era mas simple. Todas los jueves venia Juli con chocolates y chupetines. El chocolate no sale fácilmente del pelo de peluche y anduve pegoteado hasta que a la abuela de Mica, se le ocurrió meterme de cabeza en el lavarropas…
Menos mal que la abuela es costurera: me implantò una oreja verde (yo soy marròn). No doy para las fotos…por eso cuando andan con el celular enfocando cualquier pavada, trato de esconder mi cara, porque estoy triste y remendado…

Ceci me recibiò de regalo a cambio de un secreto: el chicoconqueestà, que no es su amigovio, ni el chico con que sale, le manda cartitas secretas, para que no las vea el papà de ella: no tuvo mejor idea que hacerme un tajo en mi espalda y las esconde alli ¡que dolor! Cada tanto las saca para releerlas en voz alta y me pinta el bajòn. Y me llena de mocos…

Pero basta. Me cansè. Hoy piquete con suelta de globos a las 19 horas en el casa del novio de Laurita. OSOS DE PELUCHE UNIDOS EN LUCHA. Basta de manoseos y ser terceros en discordia… ¡porque hasta nos tienen celos porque dormimos con nuestras dueñas. Pero yo prefiero estar en el estante. Mirando todo de reojo.
Si, porque ya lo aclaré: soy tuerto.
Perdi batallas peluchescas, guerra de almohadones y una vez me pusieron en penitencia en el baño por no querer escuchar el resultado del EVATEST.

Voy a pedir que me regalen a algún nene chiquito, porque no les dan peluches por miedo a que se ahoguen con el pelo.
Y los nenes chiquitos no saben de catorce de febreros ni nada de inventos romànticos. Ellos lo único que quieren es que su mamà les haga upa para decirles: -mami, cuando sea grande me voy a casar con vos… o con papi…-
No se como seguirà la historia, pero me parece que de grandes la repiten igual.
Que les regalen osos de plàstico entonces.
EL PELUCHE NO ES RESISTENTE AL ROMANTICISMO, NI A LOS MOCOS NI A LOS EVATEST POSITIVOS

Por algo mi etiqueta dice:
LAVAR A MANO
NO ESTRUJAR
NO ENSUCIAR CON ALIMENTOS
NO EXPONER AL SOL
NO EXPONER A MALOS TRATOS
Y yo digo bajito, por las dudas: NO EXPONER AL AMOR ROMANTICO…
 
 

Foto: HAY UN PIQUETE DE PELUCHES EN LA CAMA
(Microrrelato en estado remixado)
www.expulsadadeleden.blogspot.com

Durante mucho tiempo me usaron vilmente. ¿Quién dijo que los osos de peluche somos solo una bola de pelo sintético para refregarse los mocos ò jugar a la guerra ositos-contra -Barbies? La ùltima vez, se me desprendìo el ojito derecho y todavìa sigue descocido. Soy un oso tuerto en lucha. Basta de cargar làgrimas ajenas, que se me apelmaza entre mis peestañas, ¡y-me-des-ti-ño! 

Lautaro era un lloròn de aquellos, pobre pibe. Cambiaba de novia cada ocho horas, porque decìa que era buen remedio y cada vez que se peleaba con alguna, lloraba y dale que lloraba. Fue mi dueño, antes de regalarme a Ceci, la que me llenò de mocos…
Anduve de casa en casa. En armarios, en sillones. En placares y gallineros. Fui mascota del gato de Mica. Ahí me quedè sin corbata, pero conocì a mi amigo el sapo Pepe …

Sofi me decia, como si le hablara al chico que le gustaba: -“Te extraño mucho mi puchi-puchi-cuchi-cuchi”- y lloraba a làgrima tendida y se refregaba en mis cachetes blandos ¿Qué culpa tengo yo? ¿Qué culpa tengo yo de que extrañara a su amigovio? ¿para que se enamoran, si van a sufrir? 

Mica era mas simple. Todas los jueves venia Juli con chocolates y chupetines. El chocolate no sale fácilmente del pelo de peluche y anduve pegoteado hasta que a la abuela de Mica, se le ocurrió meterme de cabeza en el lavarropas…
Menos mal que la abuela es costurera: me implantò una oreja verde (yo soy marròn). No doy para las fotos…por eso cuando andan con el celular enfocando cualquier pavada, trato de esconder mi cara, porque estoy triste y remendado…

Ceci me recibiò de regalo a cambio de un secreto: el chicoconqueestà, que no es su amigovio, ni el chico con que sale,  le manda cartitas secretas, para que no las vea el papà de ella: no tuvo mejor idea que hacerme un tajo en mi espalda y las esconde alli ¡que dolor! Cada tanto las saca para releerlas en voz alta y me pinta el bajòn. Y  me llena de mocos…

Pero basta. Me cansè. Hoy piquete con suelta de globos a las 19 horas en el casa del novio de Laurita. OSOS DE PELUCHE UNIDOS EN LUCHA. Basta de manoseos  y ser terceros en discordia… ¡porque hasta nos tienen celos porque dormimos con nuestras dueñas. Pero yo prefiero estar en el estante. Mirando todo de reojo.
Si, porque ya lo aclaré:  soy tuerto.
 Perdi batallas peluchescas, guerra de almohadones y una vez me pusieron en penitencia en el baño por no querer escuchar el resultado del EVATEST.

Voy a pedir que me regalen a algún nene chiquito, porque no les dan peluches por miedo a que se ahoguen con el pelo. 
Y los nenes chiquitos no saben de catorce de febreros ni nada de inventos romànticos. Ellos lo único que quieren es que su mamà les haga upa para decirles: -mami, cuando sea grande me voy a casar con vos… o con papi…-
No se como seguirà la historia, pero me parece que de grandes la repiten igual.
Que les regalen osos de plàstico entonces. 
EL PELUCHE NO ES RESISTENTE AL ROMANTICISMO, NI A LOS MOCOS NI A LOS EVATEST POSITIVOS

Por algo mi etiqueta dice:
LAVAR A MANO
NO ESTRUJAR
NO ENSUCIAR CON ALIMENTOS
NO EXPONER AL SOL
NO EXPONER A MALOS TRATOS
Y yo digo bajito, por las dudas: NO EXPONER AL AMOR ROMANTICO…

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