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domingo, 22 de diciembre de 2013

DESPUES NO ME DIGAS QUE FERMENTASTE EN UN MAR DE BUSCAPINAS...



Porque por este barrio, la nieve viene lerda y perezosa. Mientras tanto igual, ¿la esperamos?. Y le damos a las garrapiñadas, al mani con chocolate, al pan dulce que trajo la abuela Coca.
Y a la ensalada de frutas (que estaba buenísima) que trajo la cuñada de la amiga de la hermana de tu marido que no me la banco ni ahi, y le pongo cara de culo para que se entere de que le pijoteó en las frutillas!
Después no me digás que fermentaste en un mar de BUSCAPINAS...

Silvana Trotta www.despuesnomedigasquenoteavisé.blogspot.com

El Año Nuevo nos ubica ante nuestra esencial finitud: crece la angustia mientras el reloj marca que un ciclo ha terminado y que –en el mejor de los casos– aún quedan cosas por hacer. Aspecto que la sexualidad navideña ilustra con el nacimiento del Niño que, tal como sucede en el puerperio, no conforma a nadie, por lo menos hasta el año (y el Niño) que viene.

Freud, en su texto “Un cuento de Navidad” (comunicación a W. Fliess, 1896), formula: “Mi opinión es que dentro de la vida sexual tiene que existir una fuente independiente de desprendimiento de displacer”, esto es: más allá de toda injerencia causal y puntual, algo no anda.

Muchos años después, Lacan traduce el mismo desencuentro esencial cuando postula la No Relación Sexual. Aquí encontramos el quid que sostiene a la institución de la fiesta, cualquiera sea el motivo que la anime: toda fiesta celebra a la vez un duelo y un pacto. El primero es por algo perdido: los que no están, lo que no se logró. Y el pacto es un nuevo arreglo con la divinidad, sea Dios, la vida, la contingencia, el estado de cosas, lo irremediable, lo imposible, etcétera.

Entonces, es probable que Las Fiestas actualicen esa mirada que atestigua nuestra frágil y contingente condición existencial. La respuesta que cada sujeto adopta ante esta falta constitutiva traza un arco que va desde quien construye con lo que hay hasta quien –sumido en la queja o el resentimiento– predica acerca de cómo tendrían que haber sido las cosas “en este año de mierda que pasó”: ¿vitel toné o ensalada rusa?
¿pavo al horno? ¿asadito?.

(Por Sergio Zabalza *Psicoanalista. Hospital Alvarez)




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