SECRETITOS AZULES.

Soy el príncipe del saquito azul. Y tengo muchos secretos. Secretos rosas tengo una montaña. Y de otros colores, casi mil. Y juego para los grandes a “¿Dale que sos el príncipe azul y ellas, las pequeñas princesas?”.

Ellos, los grandes me dicen que las rescate. Que suba a la torre por ellas. Que atrape sus sueños frágiles. Pero ellas saben escaparse. Yo, las ayudo a que no se caigan. Pero si se caen, se rien a carcajadas y no necesitan de mi consuelo. Los grandes, si. Esperan que se levanten para llevarlas al castillo a bañarlas, para ponerlas lindas otra vez. Y que miren limpitas desde la torre, como es eso de que el mundo sigue andando.

Y se vuelven a escapar. Y jugamos a las escondidas y nos raspamos las rodillas. Ellas ensucian los ajuares de novia que no les compraron, enredan sus cabellos con suspiros y estrellas fugaces y limpian sus lágrimas con el vestido de primera comunión.

Pero ese es nuestro secreto. Ellos, los grandes, piensan que sus niñas sufren. Ellos, los grandes, piensan que sus hijas están mirando la vida desde la ventana. Y no saben que están aquí, conmigo, compartiendo secretos chiquitos…

 

 

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