Entradas populares

domingo, 3 de febrero de 2013

AdolESCENCIA de sabor Micaela Naranja

La primer salita del jardin de infantes la marcò para toda la vida. Salita naranja. Pintorcito naranja y bucles dorados hasta la cintura. Ojitos de cielo esmeralda y sonrisa de ratòn Perez…
-Nenita, ¡sos hermosa! ¿Como te llamàs? le preguntaban, los vecinos, las flores de los jardines y las vaquitas de san Antonio.
-Micaela Naranja- respondia siempre ella, con la seguridad de quien lleva su DNI nuevo en la cartera de la dama. O el bolsillo del caballero…y siempre la miraban sorprendidos…
-Pero… ¿Y su mamà no es la hija del Tato? ¿Su papà no es ese adolescente de bucles castaños que su apellido es… ¿Cuál es?
-¡Naranja!- repetìa ella, con la seguridad ingenua que dan los cinco años recién cumplidos.
Y nadie se atrevia a contradecirla…porque fruncía la trompita y te sacaba la lengua.
Sonrisita de dientes blancos y cachetitos colorados. Pero el naranja era su pasiòn.
-Mami. Pintame naranjas. Comprame naranjas. ¡Quiero un gato naranja! Dale mamiiiii!-
Làstima de que el mundo no era tan colorido. Sino más bien, tirando a opaco.
Infancia de gatitos blancos, y leche chocolatada en jarrito, en la casa del abuelo Tato.
Ensenada es asi: el smog de las fàbricas tiñe todo de gris nublado
Y ella pinta un mundo naranja para tapar el cielo plomizo. Te quiero ver naranja.
Te quiero, morsa naranja
Te quiero ver en skate tirándome besos de bizcochuelo.
Diciéndome tequieros de gatos gordos.
Buscàndome ternuras de perro batata
Tatuajes de palomas de la paz
Te quiero ver naranja…
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario