A travès de la historia se tejieron y entrelazaron varios mitos y leyendas sobre el Ave Fénix, el bello pàjaro que resurge del fuego y de sus propias cenizas, para darse vida nuevamente. Para renovarse y darse otra oportunidad.
No. No murieron las cientoveintisiete mujeres que trabajaban alli dentro. Y esto, no es negar la historia, es resignificarla. Las mujeres siguen vivas. Siguen peleando por sus derechos. El fuego las ilumina, aunque muchas veces se apague y haya que caminar en la penumbra.
La misma leyenda cuenta que, en realidad, el Ave Fénix, es una mujer. Es la esencia misma de todas y cada una de las mujeres que habitan el planeta. Y las que lo habitaron y ya no estàn, tambièn. Las que dejaron marcas en la historia que no nos quisieron contar.
Las que dejaron huellas.
Las que sembraron sueños.
Las que acunaron hombres.
Las que desparramaron alegrìas y cargaron dolores.
Las que reclaman en convertir en ley, lo que oculta la trampa.
Las que desocultan las trampas para denunciar diferencias.
Y esos derechos vulnerados se convierten en reclamos. Y el reclamo, en un acto de amor que podrìa construir al mundo en un lugar menos hostil.
Mas tolerable,
mas tolerante...
Excelente texto e ilustraciones, Silvana.
ResponderEliminar¡Que tengas un muy feliz día de la mujer!
Saluditos
gracias Beatriz! y que tengas un muy buen dia.
ResponderEliminarfeliz dia para todas las mujeres
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