(Microrrelato en estado remixado)
Durante mucho tiempo me usaron vilmente. ¿Quién dijo que los osos de peluche somos solo una bola de pelo sintético para refregarse los mocos ò jugar a la guerra ositos-contra -Barbies? La ùltima vez, se me desprendìo el ojito derecho y todavìa sigue descocido. Soy un oso tuerto en lucha. Basta de cargar làgrimas ajenas, que se me apelmaza entre mis peestañas, ¡y-me-des-ti-ño!
Lautaro era un lloròn de aquellos, pobre pibe. Cambiaba de novia cada ocho horas, porque decìa que era buen remedio y cada vez que se peleaba con alguna, lloraba y dale que lloraba. Fue mi dueño, antes de regalarme a Ceci, la que me llenò de mocos…
Anduve de casa en casa. En armarios, en sillones. En placares y gallineros. Fui mascota del gato de Mica. Ahí me quedè sin corbata, pero conocì a mi amigo el sapo Pepe …
Sofi me decia, como si le hablara al chico que le gustaba: -“Te extraño mucho mi puchi-puchi-cuchi-cuchi”- y lloraba a làgrima tendida y se refregaba en mis cachetes blandos ¿Qué culpa tengo yo? ¿Qué culpa tengo yo de que extrañara a su amigovio? ¿para que se enamoran, si van a sufrir?
Mica era mas simple. Todas los jueves venia Juli con chocolates y chupetines. El chocolate no sale fácilmente del pelo de peluche y anduve pegoteado hasta que a la abuela de Mica, se le ocurrió meterme de cabeza en el lavarropas…
Menos mal que la abuela es costurera: me implantò una oreja verde (yo soy marròn). No doy para las fotos…por eso cuando andan con el celular enfocando cualquier pavada, trato de esconder mi cara, porque estoy triste y remendado…
Ceci me recibiò de regalo a cambio de un secreto: el chicoconqueestà, que no es su amigovio, ni el chico con que sale, le manda cartitas secretas, para que no las vea el papà de ella: no tuvo mejor idea que hacerme un tajo en mi espalda y las esconde alli ¡que dolor! Cada tanto las saca para releerlas en voz alta y me pinta el bajòn. Y me llena de mocos…
Pero basta. Me cansè. Hoy piquete con suelta de globos a las 19 horas en el casa del novio de Laurita. OSOS DE PELUCHE UNIDOS EN LUCHA. Basta de manoseos y ser terceros en discordia… ¡porque hasta nos tienen celos porque dormimos con nuestras dueñas. Pero yo prefiero estar en el estante. Mirando todo de reojo.
Si, porque ya lo aclaré: soy tuerto.
Perdi batallas peluchescas, guerra de almohadones y una vez me pusieron en penitencia en el baño por no querer escuchar el resultado del EVATEST.
Voy a pedir que me regalen a algún nene chiquito, porque no les dan peluches por miedo a que se ahoguen con el pelo.
Y los nenes chiquitos no saben de catorce de febreros ni nada de inventos romànticos. Ellos lo único que quieren es que su mamà les haga upa para decirles: -mami, cuando sea grande me voy a casar con vos… o con papi…-
No se como seguirà la historia, pero me parece que de grandes la repiten igual.
Que les regalen osos de plàstico entonces.
EL PELUCHE NO ES RESISTENTE AL ROMANTICISMO, NI A LOS MOCOS NI A LOS EVATEST POSITIVOS
Por algo mi etiqueta dice:
LAVAR A MANO
NO ESTRUJAR
NO ENSUCIAR CON ALIMENTOS
NO EXPONER AL SOL
NO EXPONER A MALOS TRATOS
Y yo digo bajito, por las dudas: NO EXPONER AL AMOR ROMANTICO…
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