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De los IZQUIERDOS, quedan algunas vacantes... )
Pensaste que te pasarìas la vida encerrada en ese frasco de vidrio, mirandola desde alli, igual que un pececito mira al gato gordo que lo acecha. Eras tan previsible, que sabìamos el dìa en que te saldrìa el ultimo granito de acnè en la frente. Que matemàticas de quinto la desaprobabas por enèsima vez.
Que te ibas a dormir once menos veinte cada viernes de tormenta. Que el oso de peluche verde no lo secuestrò un comando secreto. Hacete cargo: se te hizo pelota en el lavarropas de la abuela Chicha. Y no funcionò nunca màs. Ni el lavarropas, ni el peluche. Ni siquiera con jabòn baja espuma para ropa fina.
Despues de trece años, la abuela muriò, y vos siempre pensaste que el disgusto por el aparato roto y por tener que lavar a mano, la habìa llevado al cielo y te carcomìa la conciencia pensar que fuiste asesina de peluches y de viejitas.
Convengamos: sabìamos tambièn que ningùn novio te durarìa mas de dos noches de luna llena. Ni siquiera un fin de semana largo. Por que tu cama estaba tapizada de fotos en blanco y negro de la abuela, pegadas con cinta de enmascarar. Y la almohada tenìa cosidos retazos del peluche verde descuartizado.
Pensaste que te pasarìas la vida en una cajita de cristal, o lo mismo te daba en una de zapatos. Taco aguja treinta y seis. Negros de cuero, que combinabas con ese vestidito corto que te regalò la ex de tu hermano.
Nunca escuchaste cuando murmurabámos a gritos lo horrible que te quedaba ese conjunto porque se veìan tus piernas como brotes de soja.
Y el tatuaje que decìa E. F. R. love for ever, se iba escurriendo temeroso por tu tobillo, cuando la cana vino por él susodicho…
Y la culpa estampada en el escote se reìa de vos, desde el retazo de un periòdico de la secciòn policiales con foto de novio motochorro posando para las cámaras (de seguridad).
De tanto en tanto te asomabas a la ventana. Mirabas desde allì desfilar a los locos y a los cuerdos. Vos estabas del lado de los buenos. Los inocentes. Los sublimes y los que nunca mienten.
Habitaciòn veintitrés. Pasillo alfondo. Horario de visitas: 16 a 16.15, solo los jueves.
A ti te estoy hablando, a ti, que nunca sigues mis consejos,
a ti te estoy gritando, a ti, que estás metido en mi pellejo,
a ti que estás llorando ahí, al otro lado del espejo,
a ti que no te debo, más que el empujón de anoche
que me llevó a escribir esta canción.
(Joaquin Sabina- Corre dijo la tortuga- album: 19 dias y 500 noches)
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