Mix de ideas bizarras de un sábado a la tarde.
Desde lo mas cotidiano, el acto del conocer en la primera infancia, que es el conocimiento y el reconocimiento del propio cuerpo infantil, ya està vedado, cercenado, castrado, prohibido…Y el deseo no se construye solo…
-“...Niño, que eso no se hace, que eso no se dice, que eso no se toca…”- Dirìa Serrat…
En el medievo el acceso al conocimiento del mundo era considerado pecado, so pena del infierno eterno. Previa inquisición. Previa hoguera. Infierno en la tierra, que le dicen…
O de la expulsión del paraiso. En el caso de Eva, que al morder la manzana, transgrediò un mandato biblìco: Mujer no accederàs al conocimiento. No te importa el sabor de la manzana. Ni de nada. Solo yo te digo lo que debes hacer… (¿dios?)
En la actualidad, hay muchas y variadas formas de pràcticas de dominaciòn que sostienen que el acto del conocer es per sé transgresor, al orden instituido claro. Y peligroso, por cierto…
-Un pueblo ignorante es un pueblo oprimido. ¿Que se deja oprimir?
-Una persona ignorante no se sabe defender y cree que su criterio de verdad es universal
-La ignorancia, (no en el sentido peyorativo, claro), genera violencia y poder. Y estupidez humana…
INFORME SOBRE LIBROS
(Instruite sobre libros Ethicorum)
UMBERTO ECO, El nombre de la rosa:
Donde se encuentra a Severino asesinado y ya no se encuentra el libro que el habìa encontrado…
-Es una prueba casi convincente- dijo Guillermo. –sin embargo tampoco tu sabes como era el libro. Podrias haber matado a Severino y ahora estarìas tratando de localizar el libro.
Bencio se ruborizò violentamente.
-¡No soy un asesino!- protestò…
FEDERICO ANDAHAZI, El libro de los placeres prohibidos.
-Señorìas: ¡Acuso a Johannes Fust, Petrus Schofer y a su cabecilla, Johannes Gutemberg, de cometer el mas cruel asesinato!
El fiscal tomò aliento, hizo un largo silencio, contuvo la respiración, y cuando tuvo la certeza de que los jueces ya no podrìan resistir el suspenso, Sigfrido por fin concluyò terminante;
-Majestades, acuso a los reos de asesinar al libro…-
LoS lIBroS NoS HAceN LibRes
-Es una prueba casi convincente- dijo Guillermo. –sin embargo tampoco tu sabes como era el libro. Podrias haber matado a Severino y ahora estarìas tratando de localizar el libro.
Bencio se ruborizò violentamente.
-¡No soy un asesino!- protestò…
FEDERICO ANDAHAZI, El libro de los placeres prohibidos.
-Señorìas: ¡Acuso a Johannes Fust, Petrus Schofer y a su cabecilla, Johannes Gutemberg, de cometer el mas cruel asesinato!
El fiscal tomò aliento, hizo un largo silencio, contuvo la respiración, y cuando tuvo la certeza de que los jueces ya no podrìan resistir el suspenso, Sigfrido por fin concluyò terminante;
-Majestades, acuso a los reos de asesinar al libro…-
LoS lIBroS NoS HAceN LibRes
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